La UAM impulsa el conocimiento hacia el desarrollo social, productivo e incluyente

La Institución cuenta con una primera propuesta de Modelo de Emprendimiento e Innovación que contempla una cultura emprendedora, proyectos productivos y desarrollos tecnológicos
Actualmente hay 110 patentes vigentes: 61 en la Unidad Iztapalapa, 18 en Xochimilco, 21 en Azcapotzalco y 10 en Cuajimalpa, señaló en entrevista Gustavo Pacheco
Todo está listo para que se encienda la chispa en el ecosistema de innovación de México y la UAM es una bujía que está trabajando para que ese motor funcione

El Plan México, instrumento de gestión promovido por el gobierno federal, reconoce en la ciencia y en la innovación la capacidad de transformación social, y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) como institución pública y de alcance nacional, está lista para asumir este reto y contribuir en la articulación de capacidades, afirmó Gustavo Pacheco López, coordinador general para el Fortalecimiento Académico y Vinculación de esta casa de estudios.
Muestra de ello es la propuesta de Modelo de Emprendimiento e Innovación en la Casa abierta al tiempo, que contempla la creación de una cultura emprendedora, el fortalecimiento de proyectos productivos para elevar su potencial de sostenibilidad y valor agregado, e identificación o impulso de Empresas de Base Tecnológica (EBT), a partir de desarrollos en colaboración con personal académico y alumnado de posgrado.
En entrevista, explicó que al ser una Universidad que recibe financiamiento público es fundamental producir bienestar y riqueza a través de la transferencia de conocimiento al sector productivo y actualmente existen todos los elementos necesarios.
“La UAM tiene afortunadamente una posición privilegiada al estar ubicada en la megalópolis de la Ciudad de México; lugar estratégico en el país para generar innovación; además, cuenta con una de las infraestructuras científicas más potentes: la mayor proporción del país de alumnado a nivel doctoral (mil 679 personas en el periodo 2023-2024 -casi el 3 por ciento de la matrícula total de la Universidad) y de membresía al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII)-, con una cifra de 1,319 integrantes (36 por ciento de la plantilla académica indeterminada), por lo que sólo falta articular estas capacidades con el sector productivo”.
De acuerdo con el doctor Pacheco López, hasta el momento existen pocas universidades con algún modelo de emprendimiento e innovación explicito, aunque hay algunas iniciativas en el país de emprendimiento de empresas de base tecnológica con participación de instituciones de educación superior.
En ese sentido, subrayó como fundamental que la investigación derive en beneficios para la sociedad; se favorezca la maduración y transferencia de conocimiento; se implemente un mayor número de proyectos innovadores; se creen organizaciones universitarias productivas y se brinde una formación complementaria de cultura de emprendimiento e innovación.
Asimismo, se requieren más especialistas que fomenten colaboraciones estratégicas para fortalecer el desarrollo, protección, maduración y transferencia de tecnología a los sectores productivos.
Para el progreso de la sociedad es muy importante que el trabajo que realizan las y los investigadores de las instituciones de educación superior sea registrado y protegido, pues es el semillero de los emprendedores e innovadores del país.
La mejor alternativa para garantizar dicha protección es hacer una solicitud de patente para así conseguir el registro; una patente es el derecho de exclusividad que otorga el Estado sobre una invención, el cual se tramita ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
En el caso de la UAM describió que desde 1984 se tiene un total de 327 registros, 218 patentes, 30 modelos de utilidad y 79 diseños industriales; actualmente hay 110 patentes vigentes: 61 en la Unidad Iztapalapa, 18 en Xochimilco, 21 en Azcapotzalco y 10 en Cuajimalpa, mientras que, en Lerma, al ser una de las sedes académicas más jóvenes, aún no se tienen patentes otorgadas.
Los ámbitos en los que se han hecho más registros incluyen al sector farmacéutico, la biotecnología, la sustentabilidad y el medio ambiente, la energía y la minería.
Sin embargo, reconoció que el verdadero desafío está en la aplicación de dichas patentes, ya que hasta la fecha las innovaciones protegidas no han escalado ni alcanzado contextos productivos, lo que impide la retribución económica para la Universidad y las personas inventoras, a lo que se suma la limitación de su impacto social y económico.
Con la propuesta de este primer modelo de emprendimiento e innovación para la UAM se espera que mejore la tasa de transferencia de conocimiento, ya sea por patentes, por modelos de utilidad, por diseños industriales o por otras vías que sean consideradas.
“Una forma de mostrar las capacidades institucionales es a través del emprendimiento y la innovación, y en los 50 años de historia de la Universidad estamos planteando una serie de elementos para que en la próxima gestión en la Rectoría General se tenga una mejor posibilidad de articular todas estas capacidades”.
Una de las metas a corto plazo es que para el 2030, la UAM cuente con un Modelo de Emprendimiento e Innovación consensuado y que marque el rumbo hacia el futuro; permitiendo tener uno o varios casos de éxito en donde el conocimiento forjado en sus laboratorios, talleres y aulas se traduzca en beneficios para la sociedad.
El doctor Pacheco López consideró que la inversión en México en investigación y desarrollo es mayoritariamente pública, pero las pocas ventajas conseguidas se privatizan; de ahí la importancia de generar círculos virtuosos en donde la reglamentación sea clara y todos los actores involucrados confíen en que habrá distribución de beneficios y se evitarán abusos entre unos y otros.
“Todo está listo para que se encienda la chispa en el ecosistema de innovación de México y la UAM es una bujía que está trabajando para que ese motor funcione”, concluyó.